Con este titular, el periódico provincial Odiel informaba de los distintos cultos ofrecidos a la Virgen del Rocío por parte de la hermandad rociera sanjuanera en mayo de 1955. El desarrollo de la noticia seguía de la siguiente manera.
"Como todos los años, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, que, dicho sea de paso, este año se ha esmerado grandemente, celebró el domingo veintidós por la tarde, el traslado procesional, del Simpecado a nuestro templo parroquial para hacerle triduo tradicional. A tal efecto, todos los hermanos acompañaron al estandarte de la Virgen desde la casa del Hermano Mayor llamado Manolito Peña Cruz, nieto del Hermano Mayor Perpetuo, don Antonio Cruz García. Entre grandes vivas y aclamaciones, cohetes, repicar de campanas, y el clásico tamboril, se llegó al templo, donde el Simpecado fue colocado en el altar mayor, que de exprofeso se encontraba muy bien adornado. El señor cura párroco, don Francisco Aguilera Gutiérrez, dirigió una emotiva alocución a los hermanos rocieros y a todo el pueblo que acompañó a la Virgen.
El día veintitrés, se inició los cultos del triduo a la Señora de las Marismas, con gran afluencia de hermanos y fieles, y la última noche, nuestro dignísimo párroco volvió a dirigir la palabra a los congregados en el templo con sentida elocuencia y emoción, ya que como buen rociero, dijo que sentía tanto esta romería que encontrándose tan cerca prometía su presencia este año en el Rocío. Dijo también, que hay personas opuestas a estos festejos religiosos, y que había en contra de esta romería, todo es profano y de poco sabor católico, lo que demuestra que no han visto nunca la ermita de la Virgen, y que desde luego donde hay tantas almas, pero lo mucho bueno que el Rocío había, asfixiada todo lo malo.
Fue muy felicitado por todos los rocieros por el magnífico acierto de su sermón.
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| Simpecado de la Hermandad del Rocío San Juan del Puerto. Imagen recogida de la página web Rocío.com |
El día veintiséis por la tarde, la carroza con el Simpecado, recorrió procesionalmente las calles del itinerario de costumbre y tradicional, siendo acompañada la Virgen, por gran cantidad de caballistas, portando centros y bandera, y gran cantidad de personas.
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