A lo largo del siglo XVIII la devoción a San Juan Bautista fue creciendo con los años. En esta centuria, el consistorio sanjuanero estaba preocupado por diferentes problemas que se tenían que afrontar como fueron los distintos conflictos o pleitos con motivo de los límites de términos municipales y con la mancomunidad de pastos con las poblaciones cercanas de Huelva, Gibraleón, Niebla y Trigueros; malas cosechas de trigo y otros cereales; el estado de deterioro de la propia casa consistorial que amenazaba ruina; por las guardas de los campos que no se hacía con la efectividad que debía llevarse; el arreglo de distintas dependencias como la cárcel y la carnicería; dificultades ante el arrendamiento de tierras y dehesas localizadas en distintas zonas del municipio como fueron La Torre, Candón, Toconal o Carrascales; a todo esto había que sumarle la plaga de langostas que estaba invadiendo diferentes zonas de la actual provincia de Huelva.
Ante todas estas calamidades y dificultades, la intersección del santo ante la poca incidencia de la plaga de langostas en el campo adyacente a la población y la veneración que se le tenía a San Juan Bautista por el vecindario, el consistorio sanjuanero reunido en el ayuntamiento el 29 de junio de 1755, junto al clero secular y regular, tomó la decisión que "se jure y bote por Patrono y Protector de la villa para que desde oy en adelante se tenga por tal referido San Juan Bautista y que para su maior selebracion se saque en prosecion la tarde de su santo día por las calles". También en dicho día se acordó realizar los gastos necesarios para que la celebración de todos los 24 de junio fuese lo mejor posible. Además, hay que decir que el patronazgo de San Juan Bautista en San Juan del Puerto, hasta 1755, tenía un carácter popular que se hizo oficial el 29 de junio de aquel año.
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En 1755 se acordó por el consistorio sanjuanero nombrar patrón a San Juan Bautista, además de sacarlo en procesión cada 24 de junio. Foto: Huelva Información |