Una vez tomado San Juan del Puerto por las tropas nacionales el 29 de julio de 1936 se hizo evidente desde un principio que la represión iba a ser dura para la población y en especial para todas aquellas personas que habían pertenecido a sindicatos, partidos de izquierda o que hubieran estado relacionados directa o indirectamente con los hechos acontecidos en los llamados "días rojos".
Así, en su mayor parte los sanjuaneros capturados serían llevados a Huelva. La mayoría pasaría por un consejo de guerra y condenados a la pena capital y otros fueron pasados por las armas sin juicio previo. Otros sanjuaneros y sanjuaneras su destino final fue Niebla o Palos de la Frontera donde serían ejecutados y enterrados en los cementerios de estas localidades en fosas comunes.
En San Juan del Puerto serían los vecinos de localidades de alrededor los que serían fusilados en nuestro pueblo. Poco días después del levantamiento y estando esta zona de Huelva dominada en manos rebeldes se dieron los primeros fusilamientos en el cementerio sanjuanero. La mayoría de las ejecuciones fueron a vecinos de Trigueros, Beas y Bonares.
Según el libro de Francisco Espinosa Maestre titulado "La Guerra Civil en Huelva" de la localidad de Beas fueron pasados por las armas en distintos días entre agosto de 1936 y enero de 1937, siendo en su mayor parte asesinados el 16 de agosto de 1936.
Tres días después, el 19 de agosto, un camión de vecinos llegado de la localidad de Bonares, fueron traídos al cementerio para ser ejecutados en el cementerio de San Juan. Entre ellos estaba el alcalde de Bonares, José Bueno Pérez.
Unos meses más tarde, en concreto en mayo de 1937, el gobierno civil de la provincia de Huelva mandó a todos los ayuntamientos una circular para que ante "el pésimo efecto que produce a los viajeros" se eliminaran todos los impactos de bala. Con esto se querían eliminar las evidencias de los asesinatos que se habían realizado en los diferentes pueblos durante el tiempo de la gran represión y que en su mayor parte se ejecutaron en los cementerios.
Con los estudios llevados a cabo, no se sabe el número total de fusilados que hay en el cementerio municipal de San Juan del Puerto. Tampoco se sabe el número de represaliados sanjuaneros que hay en los distintos camposantos en los que fueron asesinados porque sus nombres no aparecen en los registros de los cementerios.
Esperemos que la Ley de Memoria Histórica de Andalucía se desarrolle y se hagan los trabajos necesarios para recuperar los cuerpos de nuestros paisanos fusilados en los distintos cementerios y vuelvan a su pueblo para ser enterrados dignamente.
Esperemos que la Ley de Memoria Histórica de Andalucía se desarrolle y se hagan los trabajos necesarios para recuperar los cuerpos de nuestros paisanos fusilados en los distintos cementerios y vuelvan a su pueblo para ser enterrados dignamente.
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