Marzo se abre camino
en el calendario donde el calor va quitándole protagonismo al frío, el invierno
deja poco a poco paso a una nueva estación, la primavera; cuando el sol cada
vez está más tiempo con nosotros; donde las flores van abriendo sus pétalos y
nos deja embriagar por su aroma y los naranjos van dejando por el aire su
inconfundible olor a azahar; cuando los pájaros van haciendo sus nidos por los
tejados de las casas; cuando los sanjuaneros miran a una calle en las que se
celebran unas entrañables fiestas y que han esperado un año para volverlas a
disfrutar; cuando los vecinos de esta calle están ayudando y trabajando en todo
para que estos festejos perduren en el tiempo y que cada vez sean más
reconocidos; cuando los distintos puestos y cacharritos preparan todo para que
los niños se diviertan a lo largo de estos días en las atracciones; cuando las
niñas escogidas para ser la reina y su corte de honor escogen sus trajes de
gitana para el acto de coronación; cuando los distintos preparativos que llevan
a cabo la Comisión de festejos Patriarca San José para celebrar las fiestas que
se realizan desde hace unos meses se van acelerando para que todo salga bien; cuando
los muñecos de las fallas estén preparados y dando las últimas pinceladas para
que el último día de festejos se quemen en el fuego y esperando que el tiempo
respete estos días y que la lluvia no desluzca los distintos actos programados
por la Comisión de San José; y finalmente
cuando me dispongo a preparar estos papeles, para hablar de estas
fiestas que tienen más de 50 años y que
ha sobrevivido muchas veces a la incertidumbre y que gracias a los vecinos de
esta calle, hombres y mujeres, han sabido abrirse un gran hueco en el corazón y
en la historia de nuestro pueblo y que ahora en este escenario, en este atril, empieza
este humilde pregón hablando de estas
fiestas de nuestro pueblo,
las fiestas de
una calle,
las fiestas de
un pueblo,
las fiestas de
San José,
porque son las
únicas que se celebran en toda nuestra bonita provincia de Huelva,
porque mi
pueblo huele a primavera,
porque esta
calle huele a fuego,
a fallas, a pólvora y a traca,
porque van a
comenzar las fiestas
del Santo
Patriarca.
Día 19 de marzo
de 2016. Inauguración del azulejo de San José donde estaba situado el antiguo
molino. En este día Loli Cano, en representación de la Comisión de Festejos
Patriarca San José, me propuso que fuera el Pregonero de de las Fiestas de San
José 2017.
·
Señora Alcaldesa (Primer Teniente de
alcalde) y Corporación Municipal.
·
Comisión de Festejos Patriarca San
José.
·
Representantes de las distintas
hermandades y asociaciones de San Juan.
·
Vecinos de la calle San José.
· Sanjuaneros, sanjuaneras y visitantes
que nos acompañáis en estas nuestras entrañables fiestas.
·
Fallera Mayor y corte de honor de
este año y del año pasado 2016.
·
A
los oyentes de Radio San Juan y a los televidentes de Televalentín que
escucharán y verán este acto.
·
Señoras y señores, amigos todos,
Buenas noches.
En primer lugar me gustaría agradecer a la Comisión de Festejos
Patriarca San José el darme la posibilidad de pregonar las Fiestas de San José
de este año 2017, encargo que me asignaron el pasado 19 de marzo de 2016 cuando
se inauguró el azulejo que fue puesto donde estaba antes situado el molino.
En la segunda mitad del siglo XVIII, con el aumento de la
población, los sanjuaneros solicitaron al ayuntamiento terrenos para edificar
sus casas. El consistorio estudió las distintas posibilidades que existían, una
de ellas fue la realización de una calle que partiendo de la calle Mojarro, hoy
Carmen, y paralela a la calle Toneleros, se construyera hacia el río. Sus
características serían las que se proponían en el pensamiento constructivo del dieciocho, una calle ancha y que la naturaleza no
estuviera reñida con el callejero. Así surgió esta calle, además también fue la
primera calle de San Juan del Puerto que se dedicó a un santo, en este caso al
Santo Patriarca, San José. Los primeros moradores de ella tendrían una visión
inmejorable de los barcos fondeados y los que pasaban por el río con destino al
puerto histórico sanjuanero situado en la actual Plaza de la Marina donde
desembarcaban o embarcaban sus productos traídos de cualquier punto geográfico.
En la centuria siguiente los vecinos de esta calle, en la
primavera de hace 150 años escucharían a lo lejos los primeros trabajos de la
construcción del ferrocarril de Buitrón, que empezó en San Juan. Fue precisamente
el ferrocarril, él que separó la calle San José con su río, con su marisma unos
años más tarde, con la instalación de las vías de las compañías de Río Tinto y
de Sevilla. A pesar de esto, en las últimas décadas del siglo XIX se pusieron
de moda los baños. Los vecinos de esta calle, como era tradición en San Juan
del Puerto a partir del 16 de julio de cada año, día de la Virgen del Carmen,
se iban al río para bañarse y divertirse con amigos y familiares de unos
momentos inolvidables. Se construyó por aquellos años un balneario que se
denominó con el nombre de la patrona de nuestro pueblo, balneario Nuestra
Señora del Carmen. Los baños en el río fueron famosos, no solo en la provincia
de Huelva, sino incluso fuera de ella, había trenes con tarifas especiales para
los bañistas que querían venir a disfrutar de las aguas beneficiosas y
saludables e incluso hubo anuncios en periódicos provinciales donde sanjuaneros
publicaban el arrendamiento de sus casas o habitaciones para aquellas personas que
tuvieran la intención de alojarse para disfrutar del periodo veraniego en San
Juan.
Sin embargo en las primeras décadas del siglo XX advertimos que
con la colmatación del río desaparece el balneario y de los palos anclados de
éste surge el nombre de “Los Palitos”, ¿Quién de nuestro mayores no se acuerda
de haberse bañado en Los Palitos?, ¿Y quién no tiene recuerdos de nombres tan
sanjuaneros como “La Calzailla”, “Las Salinas” o el “Muelle de Buitrón”?.
Recuerdos bonitos que siempre quedarán en la memoria y en la historia de
nuestro pueblo y de todo el vecindario.
Son recuerdos que afloran,
cosas que van desapareciendo pero que nunca se borran de la
memoria de todo un vecindario,
que paseando a lo largo de su historia a través de los legajos,
las interminables hojas nos desglose la historia de este nuestro
pueblo,
que los años pasados queden reflejados en nuestra memoria,
nos sintamos orgullosos de nuestras costumbres, tradiciones e
historia,
que el pasado se puede volver presente,
que defendamos nuestras señas de identidad,
que al pisar por lugares con renombre de San Juan,
como andando por Los Palitos o el Muelle,
o paseando entre el río o el estero,
nos sintamos orgullosos de ser sanjuanero.
Mesa redonda
hablando sobre los 50 años de historia de las fiestas de San José (Marzo de
2016)
La historia de esta calle como me he referido anteriormente está sujeta
al río, o sea al agua, pero también está unida con la misma fuerza y costumbre
al fuego. Las primeras referencias que tenemos sobre estas fiestas fue en un
artículo publicado en marzo de 1935 en el periódico “La Provincia” donde el
corresponsal de prensa en San Juan del Puerto informaba sobre “La velada de San
José” y en él se decía lo siguiente: “Como en otros años y con bastante
animación a pesar de lo desapacible del día, celébrose el pasado día 19 la
tradicional velada a San José. La calle del mismo nombre, hoy Alcalá Zamora,
estaba engalanada con arcos e innumerables farolillos, presentando un aspecto
bastante agradable.” Esto nos indica que la tradición de hacerle una velada a
San José venía desde hacía muchos años y que se pierde en el tiempo.
A comienzos de los años 60 se tenía la tradición de realizar una
hoguera delante del azulejo de San José donde el fuego junto al tamboril hacían
las delicias de los vecinos.
Las actuales fiestas tuvieron sus comienzos cuando José María
Márquez Cárdenas, Juan Mora Toscano, Gregorio Ragio Campos y Juan Rodríguez Pérez, entre otros sanjuaneros, idearon
sustituir las tradicionales “barricas” por “fallas”. Para ello se pusieron en
contacto con Juan Martín Pérez “Zapatito”, que había estado en Valencia algún
tiempo y que tenía conocimientos de cómo hacerlas.
En 1966 se compuso la primera junta directiva de la Comisión de
San José, que llevaría a cabo la realización de las fiestas falleras. El primer
presidente de esta comisión fue José María Márquez Cárdenas que se reunió de
una serie de personas para realizar las primeras fiestas falleras de San
José. A partir de ese año han
transcurrido medio siglo de historia, llenos de obstáculos y satisfacciones, tristezas
y alegrías, pero hay un denominador común de esta Comisión y es la palabra
“trabajo”.
Dando un vistazo a estos 50 años de historia de estas fiestas
falleras dedicadas al Santo Patriarca San José empezamos diciendo que en 1969
se decidió que estas fiestas tuvieran una reina (ese año se denominó Reina de
la Juventud y Fiestas Falleras de San José), como curiosidad las fiestas de ese
año se celebraron entre finales de abril y comienzos del mes de mayo,
coincidiendo con la festividad de San José Obrero, porque el mes de marzo de
aquel año fue muy lluvioso. Fue esencial la participación del Club Junior
encargándose del acto literario de la coronación. El 1 de mayo se coronó la primera
reina fallera, recayendo dicho nombramiento a Rosa María Mármol Puyuelo. En un
primer momento a la reina de las fiestas se elegía directamente. Sin embargo a
partir de 1977 era a través de elección-coronación, esto consistía en que se
convocaba a todas las muchachas que se habían presentado para ser reina en el
escenario y un jurado compuesto por varias personas las puntuaban y la que
conseguía más puntos era coronada como reina de las Fiestas Falleras de San
José siendo las demás su corte de honor. El escenario de los actos daba al
molino estando en el centro la hornacina del Santo Patriarca.
Ese mismo año, 1969, se dio el primer pregón de San José que
corrió a cargo de Juan Bautista Cartes Pérez.
En la mayoría de los años de las décadas de los 60 y 70 se erigían
dos fallas, hubo excepciones como en 1969 ó en 1973 que se realizaron más
fallas.
En este último año fue importante porque la calle fue asfaltada y
se puso un acerado nuevo, en años anteriores la lluvia hacia de la calle un
barrizal y había que extender sobre la misma carboncillo o cáscara de palos.
Se añadieron al programa de fiestas competiciones deportivas como
tiradas al plato, carreras de cintas a caballo, carreras de bicicleta,
campeonatos de tenis o Ping Pong.
A pesar del esfuerzo de la comisión hubo años en que la
incertidumbre de no realizarse las fiestas era grande, pero a pesar de esto la
comisión llevó a cabo su cometido y las fiestas siempre se celebraron.
En 1979 se nombró una nueva junta directiva de la Comisión de San
José, estaría presidida por Francisco Toro Rodríguez.
Entre los años que estuvo esta junta directiva las fiestas
tuvieron las siguientes novedades. En 1980 se realizó una prueba ciclista que
fue organizada por Antonio Parra Lora, en el molino de la calle Huelva y
realizado por la Peña Cultural Taurina de San Juan del Puerto se dio suelta a
una vaquilla. Al año siguiente hubo un partido de carácter amistoso entre el
Club Deportivo San Juan y el Club Deportivo Moguer. En los siguientes años se
organizaron partidos amistosos para los equipos representativos del pueblo, el
mencionado Club Deportivo San Juan y el Club Atlético San Juan.
En 1982 se hizo el I Certamen Literario y Artístico Fallero.
En 1985 toma el relevo otra nueva junta directiva presidiéndola
Manuel Toscano Barroso. Es en estos años cuando se realiza la ofrenda floral a
San José.
En 1990 como novedad se realiza la “Gran Paella Popular” que ha
llegado hasta nuestros días. En los siguientes años hubo más paellas, por
ejemplo en 1993 se realizaron 3 llegándose a realizar en algunos años hasta 4
paellas. Posteriormente en 2010 se compró una gran paellera que es en la que
actualmente se hace la tradicional paella de San José.
1991 fue también un año especial para las fiestas de San José ya
que se cumplían 25 años de estas fiestas, en el boletín de ese año se hacía
referencia a esta efemérides.
En estos años el programa de actos incluía variadas y nuevas
actividades como competiciones deportivas y diferentes actos como maratón para
alevines e infantiles; “Carrera Popular San José” de atletismo desde las
categorías de pre-benjamín hasta infantil; concurso D-1 de canto de pájaros
silvestres; concurso local de chistes; realización de las primeras piñatas
infantiles; carrera de galgos o un rally automovilístico.
En 1994 se realizó por primera vez el “Nombramiento de Sanjuanero
1993”, ese año recayó dicho nombramiento a Radio San Juan. Al año siguiente se proclama la Primera Fallera Mayor Infantil,
se coronó como reina de aquel año a Cinta del Rocío Conde Pérez. Por cierto,
este 2017 Paula hace la reina fallera número 40 de estas fiestas. Después volvería
a la programación el pregón de San José, ambos actos se recuperaron después de
haber desaparecido unos años antes. La lluvia en varias ocasiones hizo acto de
presencia, así en los años 2002 y 2006 no se pudo realizar la coronación en
esta calle San José, ésta se tuvo que hacer en el teatro. Una novedad
importante fue la instalación de una caseta para celebrar las distintas
actuaciones del programa de las fiestas falleras.
En la segunda mitad de la primera década del siglo XXI se
sucedieron dos nuevas juntas de la Comisión de San José presidiéndolas
Sebastián Barranquero Pérez y José Juan Barrera Macías. Durante estos años
entraron en los actos de las fiestas: la realización del primer concierto en la
caseta, el primero fue en 2007 a cargo de “Morano”; el “Día de la Bicicleta”, precisamente
mañana alcanzará su décima edición; el “Día del Niño” por el cual las
atracciones costarían un euro; desfile de trajes de flamenca y la mascletá
infantil; estos actos llenarían tres días de fiestas para disfrute de niños y
mayores.
En la actualidad está al mando de la Comisión de Festejos
Patriarca San José una nueva junta que se ha puesto en marcha para que la
tradición de celebrar estos tradicionales festejos no se pierdan y seguir para
adelante con mucho esfuerzo y trabajo. El año pasado, 2016, se cumplía 50 años
de las fallas de San José, fueron tristes y alegres a la vez, tristes porque el
14 de febrero moría el artífice de las fallas Juan Martín Pérez, más conocido
como “Zapatito”. Alegres porque se hizo una programación especial por el
cincuentenario de estas tradicionales fiestas. Se realizó una falla
conmemorativa de los 50 años, una exposición con fotos y recortes de prensa
además de una mesa redonda donde sus componentes hablaron sobre historias y
anécdotas que pasaron a lo largo de los años
en estas fiestas. El 19 de marzo, “Día de San José” se inauguró un
azulejo conmemorativo del 50 aniversario de las fiestas falleras. Da la
casualidad que dicho azulejo está situado en el número 24 de esta calle, como
ustedes verán es el número sanjuanista por excelencia.
Otros actos programados fue la celebración del “I Concurso
Provincial de Cortadores de Jamón de la Provincia de Huelva”.
Quiero dejar reflejado en este pregón el dar las gracias a todas
aquellas personas que han puesto su granito de arena, su trabajo, tiempo y
esmero para que las fiestas hayan llegado a su cincuentenario. Ahora quedarán
nuevos retos para el futuro para que estas fiestas se vayan afianzando y que
nunca corra peligro de desaparecer. Me gustaría proponer algo para un futuro
venidero, desde hace muchos años le escuchaba decir a Juan Bautista Cartes
Pérez, en el colegio cuando era alumno suyo, que sería ideal el realizar un
museo fallero en San Juan del Puerto, ya que en Andalucía hay tan solo dos poblaciones
que celebran unas fiestas falleras y se ha convertido en símbolo cultural de
nuestro pueblo. Yo creo que esta idea facilitaría un nuevo impulso a San Juan
en general, y a estas fiestas en particular.
Han sido 50 años de historia,
alrededor de los muñecos de Zapatito se ha organizado unas fiestas
con todos sus actos,
algunos permanecen después
de tantos años,
unos han evolucionado o desaparecido,
y otros han entrado nuevos a lo largo de estas cinco décadas,
pero todos han sido realizados para que todo aquel que venga,
a visitarlos a esta bonita calle,
ya sean hijos del pueblo o forastero,
sepan que entre sus gentes se cuenta 50 años de sentir fallero.
El muñeco de
Zapatito indultado (Marzo 2016)
Quiero terminar este pregón hablando de los protagonistas de estas
fiestas, el artista fallero, las fallas y los muñecos que la componen.
Las ideas surgen de la mente del artista fallero, del tema y de
qué irán los muñecos en la siguiente edición de las fallas. Una vez metido en
faena las ideas se van haciendo poco a poco realidad en la creación de los muñecos. De un molde básico sale la
base de lo que serán los animales, hombres, mujeres y niños que compondrán las
fallas. Así el trabajo avanza y de las manos del artista fallero y de cada
trozo de cartón y cada tira de periódico, todo unido con cola, va surgiendo un
ser inanimado, todos ellos distintos unos a otros, con sus características
diferentes. Luego llega pintarlos, todos salen impecables sabiendo que van a
ser puestos en la calle.
Una vez plantada la falla, los muñecos inmóviles ven con sus ojos
grandes y curiosos los festejos que se celebran a su alrededor, algunos parecen
que quieren incorporarse a la fiesta y disfrutar de ellas, otros con sus brazos y manos abiertos parecen
que desean ser abrazados por algún conocido que se encuentran viéndolos desde
el pié de la falla.
Todos ellos saben que el último día de estas fiestas será el
último de su vida efímera y que pronto el fuego purificador se los llevará y
que quedará de ellos el recuerdo de su autor y de toda la gente del pueblo que
los vio.
Este día llegó y entre vítores y alegría, el ruido de las tracas
anuncia el comienza del final, donde el fuego va danzando a lo largo de las
figuras un baile en el que éste se apodera de las efigies hasta que éstas se
conviertan en cenizas.
Sin embargo, los muñecos, a su vez, se transforman en humo que se convierten
en alma que van subiendo al cielo de esta calle San José,
allí se encuentran a antiguos muñecos que se quemaron en años
anteriores y que están hablando con “Zapatito”.
Allí lo ven subido al carrusel o montado en el avión para que éste
remonte el vuelo,
o charlando con la Duquesa de Alba o esperando el ferrocarril en
la estación atestada de muñecos,
o criticando los vicios de esta sociedad o simplemente pidiendo
con los niños la paz por el mundo.
Este año me han dicho que los muñecos quieren que llegue este día,
para darle las cañas de pescar y las sombrillas para disfrutar de
nuestro muelle y su playa
y poder llevarle el barco al cielo sanjuanero,
para que “Zapatito” junto a sus muñecos se puedan dar una vuelta
cada vez que quieran y puedan por su pueblo,
recorrer toda su marisma y su río,
los palitos, la calzailla, las salinas y el muelle,
o visitando su calle San José,
desde la borda de “La Corvina” nos divisaran Zapatito y sus
muñecos,
viéndonos desde ese barco de ensueño,
y así para siempre estar
con nosotros,
como en un bonito sueño,
como en un bonito recuerdo,
que a pesar de las marejadas, las tempestades y el viento,
este barco siempre echará su ancla en ese celestial puerto,
en este nuestro pueblo, San Juan del Puerto.
He dicho
José Manuel Márquez Romero
17 de Marzo de 2017
1 comentario:
Felicidades por un compendio de todo: por ser el pregonero, por este artículo y por tanta documentación histórica que pones en tus palabras. Historia pasada pero que seguirá siempre presente y seguirá en el futuro gracias a sanjuaneros como tú y tu magnifica labor de divulgación histórica. Gracias.
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