El próximo 14 de junio se cumplirán las bodas de plata de la
visita de San Juan Pablo II a la aldea del Rocío. Fue una jornada muy intensa
la que vivió en la provincia de Huelva en el que fuera su cuarto viaje a España
y que además incluía las ciudades de Sevilla y Madrid.
El Santo Padre delante de la Virgen del Rocío. Foto: La Rebujina.
Pero fue su cuarto viaje a España el más especial para el
pueblo andaluz, en general, y la familia rociera, en particular. Dicho viaje comenzó
en Sevilla el 12 de junio dónde celebró la Santa Misa en la catedral,
permaneciendo en la ciudad hispalense hasta el día siguiente.
El lunes 14 de junio
fue la visita del Papa Viajero a la provincia de Huelva. A las 10 de la mañana
en la Avenida de Andalucía celebró la misa de la terminación del Congreso
Mariano. Acudieron unas 50.000 personas venidas principalmente de toda la
provincia onubense y de la vecina Portugal. En su homilía, el Papa polaco destacó
la fuerza del evangelio como motor de transformación social y la importancia de
la institución familiar censurando la idolatría, el aborto, las drogas y la
ausencia de valores morales.
Más tarde, estuvo en Moguer y Palos de la Frontera y a su
llegada a La Rábida, a las cinco y media de la tarde aproximadamente, coronó a
la Virgen de los Milagros en la explanada del Monumento de los Descubridores.
El último acto presidido por San Juan Pablo II en la
provincia de Huelva fue la visita al Rocío. Sobre las siete de la tarde los
campaniles y campanas de las distintas casas de hermandad comenzaron a repicar
mientras un helicóptero llevaba al Santo Padre a la aldea almonteña. Antes de llegar a la ermita, en las calles se
le jalonaba con distintos vivas entre ellos ¡Viva el Papa Rociero!
Una vez que llegó la comitiva al santuario, el por entonces
obispo de Huelva, Rafael González Moralejo, presentó a su santidad a las
autoridades civiles y eclesiásticas antes de entrar en la ermita por la llamada
puerta de la Marisma. Posteriormente, se postró para orar delante de la Virgen
del Rocío y fue a presenciar las nuevas decoraciones que se estaban haciendo en
el altar.
Juan Pablo II rezando delante de la Virgen del Rocío. Foto: Hermandad Matriz de Almonte.
Del mismo modo, destacó que lo folclórico o costumbrista no
puede ser lo principal de la romería de Pentecostés y que esto no puede
desligarla de lo esencial que se trata, en definitiva, de la fe y la devoción a
la virgen.
De nuevo en el interior del templo, bendijo los distintos Simpecados
de las 90 hermandades filiales rocieras existentes hasta el momento que se
encontraban dispuestos en fila por todo
el perímetro de la ermita, encontrándose entre ellos el bendito Simpecado
de nuestra Real e Ilustre Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de San Juan del
Puerto. Finalmente, se volvió a postrar delante de la
Virgen del Rocío para luego despedirse de las autoridades civiles y religiosas
antes de marchar en coche hacia Sevilla.
Fue un día muy intenso para Juan Pablo II y para todos los
onubenses y visitantes que estuvieron presentes en los distintos actos en los
que estaba el Santo Padre. Los sanjuaneros y sanjuaneras no dudaron en
arroparlo en todos estos actos programados en la provincia de Huelva. Por
supuesto, no faltaron en la aldea del Rocío el lazo blanquiazul con el nombre
de la Hermandad del Rocío de San Juan del Puerto en los sombreros de los
rocieros sanjuaneros.
Juan Pablo II en un balcón habilitado junto al por entonces Obispo de Huelva Rafael González Moralejo. Foto: Canal Costa TV.
Asimismo, cuando el próximo miércoles de romería la carreta
que porta nuestro Simpecado parta camino de las arenas, lo hará especialmente
engalanada para celebrar dicha efeméride.
Con el deseo de que nunca se olvide que nuestro divino
Simpecado fue bendecido por un Papa y Santo y que al contemplarlo veamos en él
a María de la Rocina como madre nuestra y mediadora ante Dios.
¡Viva San Juan Pablo II!
¡Viva el Papa Rociero!
Artículo realizado conjuntamente entre Tomas Sayago Sánchez y José Manuel Márquez Romero.
Artículo realizado conjuntamente entre Tomas Sayago Sánchez y José Manuel Márquez Romero.
1 comentario:
Bonito recuerdo de aquella visita del papá en Andalucía, escrita con todo detalle, recuerdo muy bien esa fecha y el fervor originado. Gracias
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