En los primeros años del siglo XX las distintas corporaciones querían embellecer San Juan plantando distintos tipos de árboles como naranjos y palmeras. Durante las primeras décadas de la pasada centuria, hay varios acuerdos en distintos plenos celebrados para comprar arboleda para posteriormente colocarlos en distintas calles y plazas de la población.
En la foto la plaza del Ayuntamiento donde se ven plantadas dos palmeras. Foto: José Bueno |
Así el 24 de abril de 1909 se acordó, en sesión ordinaria, la compra de varias palmeras que iban a ser destinadas a la Plaza de la Constitución, nombre que recibía la actual Plaza de España en aquellos años, y cuyo coste fue de 42 pesetas con 50 céntimos.
A partir de ese año, las palmeras estuvieron presentes en la vida cotidiana de los sanjuaneros y sanjuaneras en sus quehaceres diarios. Sin embargo, esta imagen no se perpetuaría mucho en el tiempo, ya que en la década de los 40 fueron arrancadas y por ellas se plantaron naranjos. Una de las causas que motivó la tala de las palmeras fueron las raíces de estos árboles que levantaban el suelo y hacían que el piso de dicha plaza fuese muy irregular y peligroso para los sanjuaneros, sobre todo para las personas mayores.
1 comentario:
Los árboles autóctonos son el olivo y los de la huerta mediterránea.
la palmera es bonita y elegante.
Con el paso del tiempo,las raíces levantarían toda la solería de sus entornos.
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