El 6 de junio de 2023 se le entregó por parte de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo, Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Esperanza de una placa con el título de Hermano Honorario a la familia González Sánchez por tener en la casa de Pepi Sánchez Rengel, durante tres años, a Nuestro Padre Jesús Cautivo.
Repasando un poco de historia, podemos decir que, tras reunirse los miembros de la hermandad de la Esperanza en el verano de 1985, se quiso tener una nueva imagen. Se pensó en un cautivo, así se acordó en noviembre de ese año, que fuera el imaginero Joaquín Moreno Daza el encargado de realizarla. Dos años después, en noviembre de 1987, la imagen llegó a San Juan del Puerto. Sin embargo, el sacerdote, no se sabe bien el motivo, no quiso bendecirla, entonces la talla no podía estar en la ermita. Ante este problema, los componentes de la hermandad pensaron en hablar con Pepi Sánchez, para depositar en una casa que ella tenía, la imagen hasta el momento de su bendición. Pepi, ante el problema que les planteaba los miembros de la hermandad, no puso ningún reparo.
Así, en ese mes de noviembre, se llevaron al Cautivo a casa de Pepi, envuelto en una sábana blanca, para ello la familia preparó el lugar donde iba a estar colocada la talla. Se puso en el suelo una alfombra roja, además también estaba con flores y velas, para aquellos fieles se dispusieron una serie de butacas blancas para hacer más fácil su estancia. Según nos cuenta, Pepi y Juani, fueron muchas las personas de San Juan que fueron a visitar al santo, sobre todo los viernes del mes de marzo. Hay que destacar a Juana Rengel Lepe, madre de Pepi y Juani, siempre abría la puerta de la casa a toda aquella persona que se lo pedía para rezar y contemplar al Cautivo. En aquellos días, que se convirtieron en años, la imagen siempre tuvo mucha atención por parte de la familia González Sánchez, se le limpiaba la corona, y se estaba pendiente de su ropa, es de mencionar la labor durante este tiempo de Mariqui, Dorotea y Rosario.
La estancia de la efigie del santo en casa de Pepi fue de tres años. El 18 de noviembre de 1990, el sacerdote por aquel entonces de San Juan del Puerto, Celestino Gómez Jaldón, bendijo al Cautivo. Unos días antes a esta fecha, la talla se fue como llegó de la casa de Pepi, envuelto en una sábana blanca camino de la ermita y de su bendición. El día de su marcha, de la que había sido el hogar del santo, fue una jornada agridulce para la familia González Sánchez, pero a pesar de esto se había conseguido por parte de la hermandad su propósito de tener una nueva imagen para el culto en la ermita de los Remedios.
A pesar de los años transcurridos, siempre ha sido costumbre, en las procesiones de cada Miércoles Santo, el paso de Nuestro Padre Jesús Cautivo se gire a su calle Cañete cuando pasa entre las calles Toledo y Real.
Se propuso en 2023, por parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad, el nombramiento de Hermano Honorario a la familia González Sánchez por acoger en su casa al Cautivo durante tres años. Dicha proposición fue aprobada en Cabildo General el 18 de mayo del año pasado. Unos días después, una buena representación de la familia recogió en la ermita tan distinguido reconocimiento.
Sea este artículo también como agradecimiento por la gran labor con la hermandad de la Esperanza de la familia González Sánchez, ya que, en un momento difícil, no pusieron ninguna objeción para que la talla estuviera en su casa, abriéndole las puertas a todos aquellos sanjuaneros y devotos del Cautivo durante tres años.
Quiero agradecer a las hermanas Pepi y Juani Sánchez Rengel, a Juani González Sánchez por su inestimable colaboración para la realización de este artículo.
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