El Ministerio de Gobernación, se sirvió a través de una circular fechada el 17 de junio de 1924, unos días antes de celebrarse los tradicionales festejos taurinos de San Juan del Puerto de aquel año, recordar a las distintas autoridades locales diferentes instrucciones sobre la celebración de capeas en los respectivos pueblos.
La primera incidía que los alcaldes podrían autorizar capeas en plazas, lugares cerrados o en aquellos en los que se pudieran realizar con seguridad para todos los asistentes como espectadores, lidiadores y vecindario en general. Si hubiera que utilizar gradas o andamios, estos deberán ser sólidos y verificados por personal autorizado.
Entrada de las vaquillas en la conocida popularmente Plaza de los Toros. Foto: Huelva Ya |
Una vaquilla arremetiendo contra la valla. Imagen de Canalcosta Televisión |
Por último, otra regla dictaminada en esta circular fue que los alcaldes tendrían que pedir al Gobernador Civil una petición de organizar las capeas, harán constar las instrucciones anteriores además de la obligación de tener suficiente servicio sanitario.
Estas fueron las medidas que se implantaron para la celebración de las capeas de aquel año que junto a las tomadas anteriormente pretendían una mayor seguridad para los participantes. Sin embargo, ese año hubo una muerte en las capeas de San Juan, José Gómez Aguirre, aficionado de los toros de Huelva, murió de una fuerte cornada el 21 de junio, primer día de fiestas.
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Leido👍😄☀️
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