Desde antes de Semana Santa ya se empieza en San Juan del Puerto con una tradición que viene desde hace muchos años atrás con la denominada "limpieza de San Juan Bautista". Ésta consiste en limpiar y pintar las casas para que esté todo en buenas condiciones para las fechas de las fiestas en honor a San Juan Bautista.
La cal se ha utilizado mucho en la limpieza a lo largo de los decenios, su característica principal era dejar la pared blanca además tenía también un carácter desinfectante. Así en la epidemia de cólera y viruela de 1854 y 1856 el consistorio sanjuanero, entre una de sus normas, dictaminaba la compra de cal para los edificios municipales y las que sobraba se les daba a los sanjuaneros que no podían comprarla.
La cal se transportaba en carros desde dos localidades, Ayamonte y Niebla. La traída de Ayamonte se utilizaba para los interiores y las fachadas de las casas porque era más blanca y la de Niebla, que era un poco más oscura, servía para blanquear los corrales.
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| Terrones de cal. Foto: Glosario ilustrado de arte arquitectónico |
En los años 70 del siglo XX, la cal se transportaba desde Ayamonte en camión, ésta se tenía que guardar en bidones que no estuvieran rajados y debían estar bien tapados ya que el aire haría que la cal se deteriorara. Eran numerosos los sanjuaneros que iban a los dos establecimientos que vendían la cal en San Juan del Puerto, Manolo "el Partío" en la calle San José y Teresa Romero en la calle Colón. Para que saliera las paredes blancas, a la cal se le añadía un poquito de añil.
Posteriormente, además de venderse la cal en terrones también se compraba en bolsas ya preparadas.
La cal sin embargo estuvo perdiendo su importancia a partir de los años 80 hasta que prácticamente ha desaparecido de la limpieza anual de San Juan Bautista siendo sustituida paulatinamente por pintura.
1 comentario:
Los que pintaban exteriores en San Juan, en víspera de las fiestas se rifaban, había que ponerse en cola, ya que por alto las mujeres no lo hacían. También se echaba unas piedras de cal en los pozos, nosotros lo teníamos en el campo y en San Juan y todos los años salían unos bichitos y la cal los mataba y quedaba el agua muy clara. Para beber no la utilizábamos, en la Alquería iban a la Ribera y en San Juan del Pozo de la Idea que iba el carro por las calles. Gracias José Manuel. Un abrazo.
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