El cine en San Juan del Puerto se remonta a comienzos del
siglo XX, en concreto se conoce que existía un cine en la calle San José, en la
conocida como bodega del “Francés” por ser propietario de ella un comerciante y
vendedor de vinos venido más allá de los Pirineos.
También hay referencias en la prensa provincial del momento,
en 1914 en el periódico “La Provincia” hay una noticia sobre la inauguración de
la temporada de cine con la película “Quo Vadis” realizada dos años antes, lo
que no pone es donde se proyectó. Esto
refleja que durante estos años era frecuente el cine en San Juan y que era muy
respaldado por la población. Sin embargo a partir de ahí las noticias son
escasas, aunque sabemos que el cine no desapareció del pueblo.
En 1934 nacería el conocido
Cinema Sauci abierto por el empresario local Juan Sauci Carrellán, natural de
Bollullos Par del Condado. Juan dejó su localidad natal al final del siglo XIX
y se trasladó a San Juan del Puerto, era empresario de una tonelería y a
principios del siglo XX ante la pujanza de los vinos también se hizo “fabricante
de vinos”. Le compró a la familia de Joaquín Garrido Santamaría las bodegas que
tenía entre las calles Trigueros y Conde, eran tres bodegas, las situadas en
las calles Trigueros y Conde fueron al cabo del tiempo vendidas y en sus
terrenos se construyeron viviendas, la de en medio, cuya fachada da a la actual
calle Odiel se convertiría en 1934 en cine. Lo primero que hizo fue
acondicionar la nave de la bodega en sala de cine y para ello tuvo que quitar
toda la maquinaria que había en la nave y comprar todo lo necesario para que el
cine funcionara. Dispuso también de un escenario para representaciones
teatrales, bailes y flamenco, para este fin también se puso un piano al lado de
dicho escenario. Compró asientos de madera, unas 300 butacas aproximadamente,
éstas estaban dispuestas de diferente forma, unidas de cinco en cinco o de
cuatro en cuatro, delante de ellas se colocaron unas sillas de enea que estaban
situadas cerca del escenario. En dicho año, todo estaba dispuesto para que el cine
empezara a funcionar. El primer operador
de cine fue Félix Pichardo que posteriormente fue el dueño del cine de Isla
Cristina, a lo largo del tiempo también pasaron como operadores Antonio Quintana, Ángel Moreno y Miguel Fuentes
Gómez. En un principio el cine comenzó con la familia Sauci y Guillermo Balary,
pero éste último estuvo muy poco tiempo asociado con el cine sanjuanero. La primera noticia que tenemos sobre
el Cinema Sauci fue la publicada en “La Provincia” el 31 de enero de 1935 que daba
la siguiente información: “El señor Sauci Carrellán, propietario de la
magnífica sala espectáculos “Cinema Sauci” nos ha participado que se está dando
fin a la instalación de un nuevo aparato sonoro Orpheo Sincronic, tipo record y
que próximamente comenzará la proyección de films sonoros…”.
Esta afirmación nos está indicando que desde el año de su inauguración Juan
Sauci y su hijo Mariano pretendía emitir películas sonoras.
Escenario y patio de butacas del Cinema Sauci. Foto: Juan Antonio Ruiz (JAR) |
Desde un primer momento el cinema tuvo una gran aceptación
por parte de los sanjuaneros, los primeros bailes que se hicieron fueron los de
carnaval de aquel año, en donde se congregaron toda clase de personas, cosa que
no podían hacer en los otros dos lugares del pueblo ya que su acceso estaba
restringido según su condición. El Cinema Sauci se convirtió en un conglomerado
que tenía sus puertas abiertas a gentes de distinta ideología y posición social
y económica en los años 30 en donde la armonía se rompería unos meses después con
la guerra civil. Así lo decía la prensa con esta declaración: “Brillantísima han sido sin ninguna clase de
dudas los bailes carnavalescos celebrados en las distintas sociedades
recreativas de esta.
En primer lugar y por
orden de su importancia citaremos el del Cinema Sauci, que por la amplitud de
su local y concurrencia de encantadoras señoritas ha dado este año gran realce
a estas fiestas en las que olvidamos, aunque sea por unos momentos la monotonía
del cotidiano vivir para dedicar a nuestro espíritu unas horas de bullicio y
alegría…”.
Lo mismo sucedió en
el Domingo de Piñata donde el local estaba “completamente
abarrotado” durando el baile hasta bien entrado el día siguiente.
Ya en el mes de noviembre se eligió la sala para escoger
quien sería Miss San Juan del Puerto, este acto fue realizado por la “Asociación
Amigos del Arte” de la capital onubense, dicha asociación pretendía llevar esta
elección en los distintos pueblos de la provincia además de llevar teatro y
cante, después de los oportunos bailes de las candidatas y de una dura
deliberación se distinguió con este título a Juana Rodríguez Rodríguez. Después
de la elección se hicieron para el público asistente teatro y flamenco. La
última noticia que tenemos sobre el cinema durante el periodo de la Segunda
República fue la vuelta de esta asociación para representar “Morena Clara” el
11 de diciembre de 1935.
Una vez tomada la provincia de Huelva por las fuerzas
nacionales, éstas dictaron a lo largo de la Guerra Civil una serie de normas
sobre el cine que se tenía que cumplir a rajatabla. La primera de ellas de la
que tenemos constancia es del 10 de mayo de 1937 en la que se indica que los
actores Charlie Chaplin, Joan Crawford, Frederic March entre otros, por haber
realizado campaña en el extranjero contra los nacionales se prohibía a los
empresarios de los cines el contratar y exhibir películas y cintas en las que
aparezcan estos actores y actrices. Diez días después se ordenó por parte del
delegado de Estado para prensa y propaganda la siguiente disposición: “En los cines al comenzar el descanso se
proyectará un retrato del Generalísimo solamente durante veinte segundos para
no cansar al público interpretándose en este tiempo primeros compases Himno
Nacional. Lo mismo se hará en los teatros.” Para redundar en este último se decía en agosto de 1938 lo que sigue “… en locales cerrados, toda clase de
personas sin distinción de categorías permanezcan en pie y saluden brazo en
alto incurriendo los que no lo hagan en multas de 25 a 500 pesetas”.
Palcos y patios de butacas del Cinema Sauci. Foto JAR |
Después de la guerra los controles sobre el cine fue más
riguroso, una de las primeras medidas que se tomaron consistía en pasar
obligatoriamente en cada sesión el Nodo (noticiarios y documentales). La década
de los 40, además de ser unos años muy malos, tampoco el cine se libró de ello.
Como hubo restricciones de luz no se podía proyectar ninguna película, ante
esto durante estos años lo que ocupaba al Cinema Sauci era las compañías de
teatro, así pisaban el escenario compañías importantes como las de Joaquín
Gallardo, Carmen Rossi y la de los hermanos Morillo que visitaron en varias
ocasiones San Juan en la década de los 40 y 50. También era frecuente las
actuaciones benéficas, sobre todo teatro y festivales de flamenco, a beneficio de asociaciones y hermandades que afloraban en
San Juan del Puerto, son muy recordadas las dirigidas por José Quintero y Juan
Pérez Martín. A pesar del mal momento económico, el cine algunas veces llenaba
su aforo e incluso las entradas se agotaban en algunas ocasiones con antelación,
en estas dos décadas podía haber funciones todos los días de teatro y tres días
había cine, en concreto los domingos, lunes y jueves. Las entradas se compraban
en la misma taquilla del cine o sí estaba cerrado se podía adquirir en la
bodega de la familia Sauci.
Ante el esplendor Mariano Sauci decidió crear el llamado y
conocido popularmente como el “cine de verano” en 1943, éste estaba situado en
lo que es actualmente el actual parking y parte del bloque de pisos anexo a
éste. Tuvo un aforo de 700 localidades, todos los años se acercaban a principios de junio para cortar toda la
hierba que había crecido en el cine de verano con las lluvias de primavera. El
primer día de temporada era el día de San Pedro, el 29 de junio, ésta se alargaba siempre
hasta mediados de septiembre dependiendo del frío que hiciese porque cuando
venía el verano tardío algunas veces se daba cine incluso la primera semana de
octubre. En la
temporada de verano el día de la Virgen del Carmen, 16 de julio, comenzaba el
cine una vez que la patrona de San Juan del Puerto pasaba por la puerta del
cine. Luego cuando acaba la temporada de verano se recogían las sillas y la
máquina se trasladaba al cine de invierno que funcionaba hasta la semana antes
de las fiestas patronales. La curiosidad de que en los primeros días de verano
se llenaba siempre a iniciar la sesión con la tarde simplemente oscurecida casi
se veía aún la claridad solar cuando comenzaba la proyección. Habitualmente la
película de un día se repetía al siguiente, con respecto al gusto
cinematográfico las que solían gustar mucho eran los western, películas
protagonizadas por El Cordobés y las relacionadas con el mundo del toro además
de las reposiciones de Tarzán. Era paradójico que se proyectaban películas con
muchos premios y sin embargo no tenían el beneplácito del espectador
sanjuanero. Habitualmente se hacían dos cambios de rollo el segundo era un poco
más largo y se consideraba descanso donde se daban unos cinco minutos largos
para que pudiese vender tranquilamente sus productos el señor de la cantina. A
lo largo de los años Montemayor y sus sobrinos José
y Francisco tomaron el relevo de regar el cine cada tarde para que por la noche
el calor del suelo no agobiase a los espectadores.
También se hicieron mejoras en el cine de invierno, se pusieron palcos
más conocido como “el gallinero”, según se cree las barandillas y las columnas
que lo soportan son de la Exposición Internacional de Sevilla de 1929. Los
palcos fueron realizados por los maestros Ruiz y Morón. La pantalla de
proyección se agrandó y el escenario se recortó haciéndolo más pequeño. Las
butacas de enea se quitaron y se sustituyeron por sillas de madera unidas de
cuatro en cuatro o de cinco en cinco, así en todo el salón había el mismo tipo de
sillas. Unos años más tarde se le puso un falso techo para una mejor audición
de la sala.
Cartel anunciando un espectáculo en el Cinema Sauci. Imagen recogida de facebook de José Valladolid Briones |
Sin embargo para administrar el cine había que soportar una serie de
requisitos que se tenían que llevar a cabo y que cada vez eran más estrictos,
había inspecciones periódicas anuales para ver si se cumplía estrictamente el
orden de tolerancia de las películas, había tres impuestos que gravaban el cine que consistían
en: el tráfico de empresa, la protección de menores que dependía del Ministerio
de Justicia y los derechos de autor, además de las imposiciones locales. Se
tenía que poner en un libro las películas emitidas y el número de espectadores
que iban al cine a ver cada película, las entradas tenían que ser solicitadas
al ministerio y tenían que ser todas correlativas de la 1 a la 50.000, las que
sobraban tenían que ser guardadas para la inspección pertinente. También para
proyectar las películas se tenía que llevar la relación al Ministerio de Cultura
una semana antes de ser proyectadas, esto comportaba problemas para su alquiler.
A partir de Fraga Iribarne se tenía la obligación de pasar una película
española por cada cuatro extranjeras proyectadas.
En noviembre de 1961 Mariano Sauci fue nombrado alcalde de San Juan
del Puerto, con este cargo no podía
estar todo lo que él quisiera en sus empresas, ante esto fue su hijo Juan quien
tuvo que ayudarle a llevar el negocio familiar, entre ellos el cine. Este
compromiso con la alcaldía duró hasta el 4 de junio de 1969 cuando fue relevado
por Juan José Rebollo Garrido. Como alcalde de San Juan tuvo el privilegio de
conmemorar el 500 aniversario de la fundación del pueblo, para ello se organizó
una serie de actos siendo estos el germen del actual programa de fiestas
patronales en honor a San Juan Bautista. De su etapa política podemos destacar
las múltiples obras que se hicieron a lo largo de estos años gracias al impulso
económico del momento, destacando el crecimiento del casco urbano y con ello
las obras de infraestructuras que se tenían que acometer en la población.
A pesar del desarrollo que había en la década de los años 60, para el
cine fue el punto de inflexión y el comienzo del declive. La televisión entraba
en los hogares de los sanjuaneros siendo la caja tonta el nuevo disfrute
dejando de lado las butacas del Cinema Sauci casi vacías. Ante la ausencia de
público las sesiones para ver cine se redujeron a días concretos, en esos días
se proyectaban tres películas. Había veces que éstas eran solamente vistas por
Mariano Sauci, los porteros, el taquillero y el operador de turno. Los porteros
que pasaron por el cine fueron: Juan Romero Escobar, Manuel Cruz Magro, Miguel
y Pedro “el Feligrés”. Con respecto a los taquilleros podemos dar los nombres
de Antonio Villegas Tayllefert, Juan Minchón, Miguel Sayago e incluso estuvo
Mariano Sauci (hijo).
Una de las películas proyectadas en el Cinema Sauci. Foto: Juan Antonio Fuentes |
Los años 70 tampoco fueron beneficiosos, además con el fallecimiento
de Mariano Sauci en un accidente de tráfico el 15 de noviembre de 1976 llevó
casi a la desaparición del propio cine. Su hijo Juan cerró el cine varios meses
pero anteriores compromisos adquiridos hizo que volviera a abrir. Sin embargo,
el alto coste que suponía tenerlo abierto, la poca asistencia de personas en la
sala de proyecciones llevaron a su definitivo cierre en octubre de 1982.
El cine de verano le seguiría después, en concreto duró tres años más
cerrando en 1985, la última semana que estuvo abierto, fue la del 16 al 22 de
septiembre de ese año, se programaron estas tres películas: A contratiempo (31
billetes vendidos), American Gigolo (42 entradas vendidas) y Licencia para
matar (102 billetes comprados).
Hace más de treinta años cerró sus puertas definitivamente, sin embargo
siempre quedará en la memoria de los sanjuaneros que en una época de sus vidas
disfrutaron sentados en las butacas de madera viendo cine, baile, teatro o
flamenco en el siempre recordado Cinema Sauci.
Quiero agradecer a Juan Sauci Rodríguez por darme a conocer un trocito
de la historia del cine que también es historia de nuestro pueblo San Juan del
Puerto. Agradecimiento que quiero extender a Juan Antonio Ruiz Rodríguez por
realizar las fotos de este artículo, a Juan Antonio Fuentes García por darme información
sobre el cine de verano y cartelería y a José Valladolid Briones por
facilitarme material sobre el tema. A todos, muchas gracias.
2 comentarios:
Que bonita la historia del Cinema Sauci, al que tantas noches acudí y en el que trabajé en dos funciones: El genio alegre y en la Herida luminosa. Gracias José Manuel
Que bonitas historias y tener idea d donde llega mi apellido y las generaciones
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