El 11 de septiembre de 1911, la Dirección General de Obras Públicas concedió a la Compañía de Buitrón un espacio de terreno en el margen derecho del río Tinto para que sirviera como depósito de minerales. Ante la llegada de estos a San Juan del Puerto, la compañía requería de una superficie para depósito ya que no tenía terreno suficiente donde situarlos. Así con esta autorización, se tenía el suelo suficiente para poder colocar todo el mineral llegado desde las minas.
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| Muelle embarcadero de San Juan del Puerto con barcazas y el remolcador a vapor Alicia. |
La compañía necesitaba habilitar el muelle sanjuanero para que el embarque fuese más fácil y rentable. Así, el 12 de febrero de 1912, publicado en La Gaceta de Madrid del 16 de febrero de ese año, se autorizaba el punto de San Juan del Puerto para el embarque de minerales, cáscara de cobre y demás productos mineros, y para el desembarque de carbón, cemento, maderas, maquinaria, material de ferrocarriles, piezas grandes y de minas. Tanto en el embarque como en el desembarque tenían que estar presentes en estos transbordos los carabineros veteranos de Huelva. En cuanto a las operaciones, que se realizaban en San Juan del Puerto, serían intervenidas por su empleado pericial Delegado de la Aduana de Huelva.
En el muelle se tenían que realizar obras como fue su ampliación y la colocación de varias grúas para que las barcazas pudieran hacer su función de carga y descarga. Estas barcazas, cuando estaban llenas de mineral, fueron llevadas río abajo a la grúa flotante situada en las cercanías del Monasterio de La Rábida por el remolcador a vapor Alicia, posteriormente el mineral sería transbordado a un buque atracado junto a esta grúa. Las operaciones de embarque y desembarque se hacía cuando la marea era favorable cuando no era así, los minerales se colocaban en el depósito situado al lado del embarcadero.
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| Grúa móvil situada en el muelle de San Juan del Puerto. Foto: spanishrailway.com |
Con las nuevas obras realizadas en el muelle hizo que el transporte de mineral se agilizara mucho mejor y con más rapidez. El muelle, con esta reforma, estuvo en activo hasta 1942 cuando la Compañía de Buitrón lo abandonó porque no le era rentable y fue a partir de ese año cuando Renfe conduciría el mineral desde San Juan del Puerto a Huelva teniendo el depósito muy cerca de las vías de esta última compañía.
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