"San Juan del Puerto...su sitio es una llanura a la vanda Boreal de Rio Tinto, casi en frente de Moguer, y en igual distancia de Niebla, y de Huelva. Con la fertil Campiña de su Termino, u el comercio de su Ria, ha crecido la poblacion a un buen vecindario de gente honrada, y de buenos caudales".
Fragmento recogido de "Huelva Ilustrada", obra de Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho de 1762.


domingo, 7 de julio de 2019

Benito Díaz Rengel

Muchas personas, sobre todo los que nacieron a partir de la década de los 60 del pasado siglo, se preguntaran quién fue Benito Díaz Rengel. Podemos decir de Benito que fue un sanjuanero, muy apreciado por todo el pueblo y que la muerte le sorprendió con tan solo 15 años recién cumplidos.
Nació el 6 de julio de 1944 destacando desde su niñez por su aspecto físico como una persona fuerte y sana. Con respecto a los estudios fue muy aplicada sacando los cursos con buenas calificaciones. Además su carácter siempre fue muy afable, amigo de sus amigos y muy conocido por muchos vecinos que lo consideraban como una persona de buen corazón y de buenos sentimientos.

Benito Díaz Rengel. Foto Inés Díaz Rengel
Con Manuel Orta estudió en San Juan los dos cursos de bachillerato, una vez terminados estos, se fue al seminario porque tenía vocación sacerdotal. En el verano de 1959, ya había cursado tres cursos y su rendimiento académico fue excelente sacando muy buenas notas.
Mientras estaba de vacaciones en el pueblo junto a otros compañeros, el sacerdote de San Juan, que en aquellos años era Francisco Aguilera Gutierrez, se encargaba se dirigir a los estudiantes del seminario para que en dicho tiempo hicieran distintas actividades en la iglesia como asistir a misas o ensayar canto.

Benito Díaz Rengel, a la derecha de la imagen, junto a Francisco Aguilera Gutierrez y algunos de sus compañeros seminaristas el día de San Juan Bautista de 1959, esta foto fue tomada días antes de su fallecimiento.
Foto: Inés Díaz Rengel 

El día 6 de julio de 1959 el sacerdote dio permiso a los seminaristas para que se bañaran en el muelle, en un principio, ese día iba a ser el último en el que se podían bañar ya que los días siguientes tendrían que estar presentes en distintas funciones y actos de carácter religioso. 
Sin embargo, el día siguiente, iban a ensayar música con partituras de canto pero finalmente no se pudo hacer, así que el sacerdote dio permiso para que se pudieran bañar. Él se fue con sus compañeros al muelle y estando un cierto tiempo metido en el agua, sus amigos se percataron que Benito no aparecía y dieron la voz de alarma. A partir de ese momento, empezó la búsqueda del joven sanjuanero, incluidas lanchas provistas de linternas durante toda la noche y la madrugada. Sin embargo, la tragedia se hizo realidad sobre las siete de la mañana del día 8 de julio, cuando apareció su cuerpo en las aguas del río Tinto a la altura del puente de La Nicoba.

Benito, a la derecha en la foto, junto a unos amigos disfrutando de un día de baños.
Foto: Inés Díaz Rengel
Al día siguiente se celebró en la iglesia parroquial el funeral por su alma y a continuación tuvo lugar el traslado al cementerio municipal siendo acompañado por muchos sanjuaneros. Fue una muerte sentida en el pueblo, ya que fue una persona muy apreciada por todo el vecindario cuya trágica muerte consterno a todo San Juan del Puerto.
A pesar de los años transcurridos, los sanjuaneros recuerdan a Benito y el hecho de su ahogamiento quedó en la memoria colectiva de todo el vecindario hasta nuestros días.
Sirva este pequeño reportaje como pequeño homenaje a Benito Díaz Rengel dando las gracias públicamente a Inés Díaz Rengel por darme datos de su hermano y por las fotos aportadas para que este artículo vea la luz en este blog ya que sin su ayuda no habría sido posible este artículo.   
    

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