"San Juan del Puerto...su sitio es una llanura a la vanda Boreal de Rio Tinto, casi en frente de Moguer, y en igual distancia de Niebla, y de Huelva. Con la fertil Campiña de su Termino, u el comercio de su Ria, ha crecido la poblacion a un buen vecindario de gente honrada, y de buenos caudales".
Fragmento recogido de "Huelva Ilustrada", obra de Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho de 1762.


martes, 3 de marzo de 2020

El proyecto de matadero de reses de 1901

Entre finales del siglo XIX y principios del XX se hizo necesario la construcción de un edificio que sirviera de matadero de reses. En esos años el sacrificio de animales se hacía en un lugar donde no había las condiciones higiénicas necesarias para llevar a cabo esta labor, además de ser de pequeñas dimensiones y estar mal ventilado y se hacía perentorio su traslación a otro sitio.


Proyecto de matadero de reses realizado por Manuel Pérez González.
Archivo Municipal de San Juan del Puerto (AMSJ)
Se quería dotar de un local amplio, sano, bien ventilado y fuera del casco de la población. Se pensó en varios lugares del municipio y se escogió finalmente que el matadero estuviera enclavado en la zona sur de San Juan porque estaba en mejores condiciones por tener más fáciles los desagües por la proximidad al río Tinto. Por esta razón tras un concienzudo estudio se decidió construir el matadero en la prolongación de la calle Colón. En aquellos años, el matadero estaba aislado por completo y la casa más próxima estaba situada a más de veinte metros de separación.
Según el proyecto presentado por Manuel Pérez González al consistorio sanjuanero, tendría unas medidas exactas pero al ser un local aislado podría ampliarse en el tiempo porque estaba rodeado de tierras del común.
Se divide el edificio en dos naves; la primera destinada a ingreso en el local, teniendo una habitación destinada al servicio de administración del matadero. A la izquierda del vestíbulo se proyectó un saloncito provisto de perchas necesarias destinado al aseo y custodia de los animales sacrificados. Se pretendía con ello que estuvieran separadas las salas de sacrificio con las de su conservación. Medidas higiénicas que trataban de que las carnes no estuvieran en contacto con las vísceras que eran más susceptibles de descomposición y de atraer a agentes infecciosos que pudieran infectar las carnes y con ello contagiar a las personas de enfermedades infecciosas. Los muros de las distintas salas no deben tener grietas y deben estar recubiertos con azulejos de color blanco, además de estar bien ventiladas todas las dependencias.


Fachada del matadero. AMSJ
La segunda parte del matadero consta de 11,20 metros de largo por 4 metros de ancho, destinada al sacrificio de las reses. Los muros de esta sala estarán con azulejos blancos finos con perchas de madera de Flandes pintadas con garfios de hierro.
Las panzas, buches e intestinos de los animales sacrificados serán sacados al lugar a propósito para su limpieza para impedir que se pudran fácilmente y sean foco de infección.
El departamento destinado a la limpieza y aseo de “menudos”, aunque está próxima al salón de sacrificios, no está en comunicación directa para evitar los malos olores en este departamento. Aquí hay un hornillón con espacio para dos calderas para calentar el agua necesaria a las operaciones de limpieza y aseo de “menudos”.
Los chiqueros para guardar el ganado hasta la hora del sacrificio, estarán convenientemente resguardados.
También habrá un departamento de secadero y almacén de pieles, aislado y separado del resto de dependencias del local. Las pieles deberán de ser extraídas diariamente para que no se descompongan en el matadero.
Se abrirá un pozo que funcione para limpieza de todas las salas de este local.


Planta del matadero. AMSJ
El edificio tendría una red completa de caños con sus respectivas alcantarillas provistas de sus correspondientes inodoros u obturación hidráulica que impida el regreso de los malos olores.
Según las condiciones facultativas de este proyecto, los materiales utilizados para la construcción de este matadero serian cal, cemento, yeso, arena, grava, piedras, hormigones de diferente composición, mampostería, ladrillos, azulejos blancos, madera, hierro, clavazón, cristales transparentes, lozas de Tarifa, pintura, aceite de linaza, barniz y alcohol.
El presupuesto presentado por el arquitecto Manuel Pérez González para la construcción del matadero fue de 5094 pesetas con 95 céntimos en total. Se desglosa en ejecución material que costaría de 4469,27 pesetas. Después está el “aumento” que es una especie de impuesto o porcentaje sobre la ejecución material. Este se divide en tres partes: beneficio industrial (que es el 6%); gastos imprevistos (3%) y dirección facultativa (5%). Este apartado supondría 625 pesetas con 68 céntimos.


Alzado del matadero AMSJ
En la sección ordinaria celebrada el día 20 de abril de 1901, se dio cuenta del plano del matadero municipal realizado por el arquitecto Manuel Pérez González, así como de la memoria, condiciones facultativas y presupuesto de la obra. Estudiado por la corporación se acordó por unanimidad aprobar los mencionados documentos; se ratificó la ejecución de la obra por medio de una subasta que sería publicada en el boletín de la provincia.
Unos meses más tarde, en concreto el 24 de agosto de ese mismo año, hubo otra sección ordinaria, en la cual los concejales acordaron la apertura del pozo del matadero por ser la época propia para esta obra; ordenando que el arquitecto autor del proyecto señalara el sitio y anchura del mismo. El gasto de la apertura del pozo ascendió a 164,25 pesetas que fue aprobado en sesión ordinaria del 14 de septiembre.
Este matadero se terminó de construir entre 1901 y 1902, funcionó durante varias décadas hasta que el local se quedó antiguo y, al estar rodeado de casas de vecinos que se quejaban continuamente del mal olor, el ayuntamiento decretó su cierre. Posteriormente se derribó el matadero y en su lugar se realizó el edificio que actualmente se corresponde con la escuela de música de San Juan del Puerto.

Este artículo fue publicado en la Revista de las Fiestas Patronales de San Juan Bautista, editada por el Ilmo. Ayuntamiento de San Juan del Puerto 2019 en sus páginas 46 y 47. 


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