"San Juan del Puerto...su sitio es una llanura a la vanda Boreal de Rio Tinto, casi en frente de Moguer, y en igual distancia de Niebla, y de Huelva. Con la fertil Campiña de su Termino, u el comercio de su Ria, ha crecido la poblacion a un buen vecindario de gente honrada, y de buenos caudales".
Fragmento recogido de "Huelva Ilustrada", obra de Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho de 1762.


miércoles, 3 de marzo de 2021

Los carruajes entre San Juan del Puerto y Moguer

La comunicación más rápida entre los pueblos a lo largo del antiguo régimen era por lo general en caballerizas, ya fuera en solitario o en coche de caballos. 
Sin embargo, con el desarrollo del ferrocarril en las últimas décadas del siglo XIX hizo que el medio de transporte de las caballerizas fuera perdiendo importancia, así la comunicación entre San Juan y Huelva, que se había realizado en coche de caballos a lo largo del tiempo, con el desarrollo de las líneas férreas de Sevilla y Riotinto, se hizo a partir de ese momento en ferrocarril desapareciendo paulatinamente las distintas compañías de carruajes. Los motivos era diversos, el tren era más barato y se tardaba menos en realizar el recorrido, además los caminos por lo general estaban en malas condiciones y el viaje se hacía muchas veces insoportable para los viajeros. Tenemos constancia que muchas veces el coche de caballos no estaba en condiciones de ser utilizado por los viajeros y en otras, los cocheros eran denunciados por la autoridad competente porque tenían los faroles apagados cuando era un peligro circular de noche sin luz. 
Sin embargo, había otros trayectos que al no pasar ninguna línea de ferrocarril por el recorrido de las compañías de carruajes sobrevivieron a éste, uno de ellos fue el que unía San Juan del Puerto con Moguer.

Las diligencias fue el medio más utilizado por los viajeros. Sin embargo, los caminos, puentes y demás obstáculos que había a lo largo del recorrido hacían que el viaje muchas veces se hiciera insufrible para los pasajeros. Foto: El Diario Montañés.

Los viajeros que se tenían que trasladar a la localidad vecina regresaban en tren hasta la estación de San Juan y luego desde allí cogían el carruaje con dirección a Moguer. Un ejemplo lo tenemos con el nobel de literatura Juan Ramón Jiménez cuando llegaba en tren a San Juan del Puerto y cogía una diligencia con destino a su Moguer natal. El problema más evidente de este trayecto era pasar por el antiguo puente, la mayoría de las veces, los viajeros tenían que apearse del coche de caballos y pasar andando el puente sobre el río Tinto porque el entablado no podía soportar el peso del carruaje cargado de personas y del correspondiente equipaje de viajeros.

Los carruajes, además de dedicarse al transporte de pasajeros, podían llevar el servicio de correos a Moguer, para ello tenían que ganar la subasta de la conducción de este servicio por un tiempo determinado entre las dos poblaciones. Así ocurrió en 1881, como informaba a sus lectores el periódico La Provincia:

"Para el día primero de Abril próximo está anunciada la subasta de la conducción en carruaje o a caballo entre San Juan del Puerto y Moguer, bajo el tipo de mil pesetas anuales.
Este servicio, cuyo desempeño puede convenir a los dueños de carruajes dedicados al transporte de viajeros entre dichos puntos y Huelva, proporcionará un gran beneficio, tanto a esta capital como a la importante ciudad de Moguer, por lo que desearíamos no faltasen licitadores a la referida subasta."

Era habitual ver coches de caballos esperando cerca de la estación para recoger a viajeros que venían en tren y cuyo destino era la vecina localidad de Moguer.

Muy probablemente, ésta sería la primera subasta del correo entre San Juan y Moguer porque el año anterior fue la inauguración de la línea férrea Sevilla-Huelva.
El carruaje fue un medio de transporte que se utilizó durante varios siglos, sin embargo con el desarrollo del ferrocarril en el siglo XIX y posteriormente con la utilización del coche y el autobús hizo que el viaje en coche de caballos fuese menos frecuentado, y así su menor rentabilidad conllevaría a la desaparición de las distintas compañías de caballerizas, pasando a la historia de las comunicaciones terrestres entre los distintos pueblos.

El texto se puede visionar en la página web del Ayuntamiento de Huelva en su sección de hemeroteca. Fondo Diego Díaz Hierro.     

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