"San Juan del Puerto...su sitio es una llanura a la vanda Boreal de Rio Tinto, casi en frente de Moguer, y en igual distancia de Niebla, y de Huelva. Con la fertil Campiña de su Termino, u el comercio de su Ria, ha crecido la poblacion a un buen vecindario de gente honrada, y de buenos caudales".
Fragmento recogido de "Huelva Ilustrada", obra de Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho de 1762.


jueves, 18 de abril de 2024

Las casillas de las compañías de ferrocarril

A lo largo de todo el trayecto de una línea de ferrocarril nos podemos encontrar una serie de edificios e indicadores o señales. Entre los primeros podemos destacar estaciones, almacenes y casillas. Estas últimas solían estar cada dos o tres kilómetros separadas unas de otras, muchas de ellas estuvieron en zonas aisladas sin población, otras fueron construidas en zonas de tránsito de ciudades y pueblos. Las casillas de guardabarreras eran construidas para los trabajadores de la compañía, estos tenían varias misiones, entre otras podemos destacar el arreglo y adecentamiento de la vía en su contorno, observar y vigilar el tránsito de los convoyes, mantener límpios los contrarrailes, informar de cualquier desperfecto a su superior o si estaba localizada en un cruce con una carretera o de paso de personas controlar dicho paso a nivel. Las barreras podían ser de diferentes tipos como eran las abatibles, deslizables, con cadenas e incluso giratorias que cortaban el tráfico por la vía.  

Las distintas compañías ferroviarias tenían su propia tipología constructiva de estas casillas, aunque en su mayor parte, tenían características similares unas a otras. 

Casilla de guardabarreras de la línea férrea de Sevilla. 
Foto: De trenes, estaciones y lugares de Huelva

Las casillas eran por lo general de pequeñas dimensiones y en ellas vivían la familia del trabajador ferroviario. Estaba construido con ladrillo visto, su exterior era modesto pero simultáneamente con solidez constructiva, en definitiva carecía de elementos estéticos, los techos serían de madera culminados con tejas a dos aguas. Solía tener entre dos o cuatro habitaciones, una cocina económica que podía ser de carbón o de leña y un comedor además de tener una chimenea. En su interior se carecía de electricidad y de servicios, aunque estos últimos estaban en un habitáculo independiente de la propia casilla.

Al cabo de los años, si la familia aumentaba en número, se ampliaba la casilla, ésta ampliación hacía que sus inquilinos tuvieran más espacio para vivir, en ella normalmente se establecían más habitaciones, una cocina más amplia y el cuarto de baño se incorporaba dentro de la nueva vivienda. Una característica esencial de las casillas es que su puerta principal estaba dispuesta de cara a las vías del ferrocarril.

Casilla de guardabarreras de la compañía de Riotinto que estaba localizada en el cruce de la carretera San Juan del Puerto- La Rábida
Foto: De lugares, estaciones y lugares de Huelva

Frecuentemente rodeaba su perímetro una cerca o vallado, en el interior de esta valla había un pequeño huerto localizado en la parte posterior de la casilla, también podía tener algún que otro corral donde se podía tener animales de crianza, todo fuera para facilitar la economía familiar del trabajor ferroviario.

Con el paso del tiempo, muchas de las casillas de guardabarreras han perdido su funcionalidad cayendo en el olvido y posteriormente en ruina y en su desaparición. Un legado que nos dejaron las distintas compañías de ferrocarril, y que a pesar de ser construcciones de pequeñas proporciones y de sencillas formas, deberiamos conservar como patrimonio e historia de un pasado no muy lejano en el tiempo.     

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