"San Juan del Puerto...su sitio es una llanura a la vanda Boreal de Rio Tinto, casi en frente de Moguer, y en igual distancia de Niebla, y de Huelva. Con la fertil Campiña de su Termino, u el comercio de su Ria, ha crecido la poblacion a un buen vecindario de gente honrada, y de buenos caudales".
Fragmento recogido de "Huelva Ilustrada", obra de Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho de 1762.


martes, 3 de junio de 2014

Romería del Rocío de 1950

Vamos a dar unas pinceladas de lo acontecido en 1950 a través del periódico provincial Odiel sobre la romería del Rocío y la hermandad rociera de San Juan del Puerto en ese año. La primera noticia que tenemos es la publicada en dicho diario el 27 de mayo cuya información decía lo siguiente:

" TRIDUO A LA VIRGEN DEL ROCÍO.
En la misma iglesia y, como todos los años, se está celebrando el triduo a la Blanca Paloma. Gran cantidad de fieles, y muy especialmente, los rocieros, concurren al templo a expresar a la Reina de las Marismas, su acendrado amor y fe. Durante las tres noches, y una vez terminados los actos religiosos, gran cantidad de cohetes se esparcen por los aires, al compás del tamboril y la gaita y el repiqueteo de los palillos de las chiquillas que bailan las sevillanas en la puerta de la parroquia. No es poca la animación que ya existe, con motivo del traslado del Simpecado al Santuario de Almonte, en su carreta de plata, el próximo día vientiseis." 

La llegada de las carretas de las distintas hermandades rocieras que pasaban por San Juan del Puerto fue contada así por el mismo diario el día 2 de junio:

"REGRESO DE LAS CARRETAS.
El pasado martes (30 de mayo), han regresado las carretas que fueron acompañando al Simpecado de la Virgen del Rocío. Es uno de los días más bonitos que tiene este pueblo, pues desde bien temprano, aún siendo día laborable, las gentes se apiñan en la calle que atraviesa, de punta a punta nuestra población, la carretera general de Huelva a Sevilla, en casi un kilómetro, para presenciar la enorme masa de vehículos de todas clases, adornados con extraordinario gusto y sabor andaluz, que vienen y van a esperar a su Virgen, desde Huelva, Gibraleón, Trigueros y San Juan, a la ya conocida por todo el mundo Dehesa del Puerto o Candón. San Juan del Puerto, centro cumbre e indiscutible de este regreso de las carretas, es como se dice antes, un constante hervidero de fiesta, escaparate forzoso de belleza, ya que las mejores mozas de este contorno, posan unos instantes a refrescar sus gargantas secas por el cansancio, los vivas, las coplas y los gritos, y también a lucirse, bailando las típicas sevillanas en la Plaza de la Iglesia. Los sanjuaneros tenemos la gran suerte de ser los únicos, quizá, de disfrutar con este regreso de las carretas, porque Dios ha colocado a nuestro pueblo en el centro culminante de esta exteriorización de devoción mariana. 
Pero lo inenarrable, lo que no puede contarse ya, es el paso de las Hermandades. Primero ha pasado Gibraleón, a las cinco de la tarde. Una enorme fila doble de caballistas con sus cetros y banderas, luciendo en las ancas de las jacas las mejores mozas del repertorio, daban escolta a la virgen; más detrás, la carroza del Simpecado, dorada y majestuosa, cohetes, vivas, gaita y tamboril, y después, cerrando el cortejo, carros y más carros adornados, con verdes y flores.
Sobre las siete y media hizo su desfile la hermosa Hermandad de Huelva, con su imponente masa de jinetes, su organización perfecta, sus mujeres guapas, su carreta de plata, rica, preciosa y elegante, que lleva a la Virgen sobre cuajados de oro; carros, coches, camiones; hasta bicicletas adornadas con flores y ramarajos.
Seguidamente pasa la Virgen de Trigueros, con los mismos alardes, de organización y profusión de banderas y carruajes y por último la Hermandad nuestra, la de San Juan, que hizo su acostumbrada estación en la puerta del templo cuando eran exactamente las ocho y cinco de la tarde, donde se cantó por el Clero revestido, una solemne Salve. Todo el pueblo reza con el corazón, y los ojos húmedos, miran al rostro de la Virgen, pidiéndole "salud para el año que viene". vítores y aclamaciones, acogieron los últimos versos de la Salve, y seguidamente se siguió el itinerario de la procesión, siendo acompañada la Virgen por casi toda la población, que enfervorizada no dejaba de aclamar un instante a la Blanca Paloma, y por todos los carros que fueron al Rocío y a esperarla a la Dehesa del Puerto. En fin, día grande para este pueblo que sabe aprovechar estos apasionantes fervores que van dirigidos a la Virgen del Rocío, porque es, puede decirse con todo orgullo, el corazón y centro de este regreso de las carretas que vienen cansadas y llenas de polvo de las marismas del Rocío."

Esta información puede ser obtenida de la página web de la Diputación de Huelva en su sección de hemeroteca del periódico Odiel.          


  

No hay comentarios: