"San Juan del Puerto...su sitio es una llanura a la vanda Boreal de Rio Tinto, casi en frente de Moguer, y en igual distancia de Niebla, y de Huelva. Con la fertil Campiña de su Termino, u el comercio de su Ria, ha crecido la poblacion a un buen vecindario de gente honrada, y de buenos caudales".
Fragmento recogido de "Huelva Ilustrada", obra de Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho de 1762.


miércoles, 28 de diciembre de 2022

Choque de culturas

La filoxera aparece en Francia en la década de los años 60 del siglo XIX. Los empresarios y bodegueros franceses, ante la propagación de esta enfermedad en sus viñedos, si quieren seguir con este negocio, están obligados a trasladarse a otros países, entre ellos a España. En nuestro país se establecen en varias regiones como Andalucía y en ella principalmente en distintas poblaciones de Cádiz y Huelva. Dentro de la provincia onubense, algunos de ellos, se establecieron en nuestro pueblo como fueron Francisco Ribeill Garridou y Verdier.

Francisco Ribeill Garridou fue un francés que se afincó en San Juan del Puerto a finales del siglo XIX instalando su negocio vinatero en nuestro pueblo.
Foto recogida del libro de Juan Blandón Bueno titulado "Vivencias"

Para la mayoría de la población sanjuanera de la época, se vio con mucho entusiasmo la instalación de nuevos empresarios vitivinícolas venidos de Francia a San Juan del Puerto porque ello revertía en el aumento del empleo ya que se cultivarían más tierras con viñedos y en la instalación de distintas bodegas en la población. Sin embargo, algunos tuvieron problemas ya que las costumbres en España y en Francia, a pesar de ser países vecinos, eran muy diferentes y chocaron en alguna que otra ocasión. Esto hizo que algunos no aceptaran a estos "extranjeros" por no asumir las costumbres españolas de la época.  

A finales de 1897, tenemos reflejado en la prensa provincial, en concreto en "La Provincia", un suceso acontecido en San Juan entre un "negociante de vinos", residente en nuestro pueblo, con un "fanático" en un acto religioso celebrado por las calles de nuestro pueblo. El periódico reflejaba en sus páginas la siguiente información:

"Parece que ahora está de moda, pues en San Juan del Puerto he presenciado yo otro hecho igual hace pocos días y ocurrido también con un extranjero; con un francés que se ocupa asimismo en negocios de vinos y reside en San Juan. Dicho señor tropezó en la calle con otro acto religioso semejante y como es muy fino y comedido se apresuró a descubrirse y se inclinó haciendo una reverencia, pero a algún fanático no le pareció bastante esto y quiso exigirle, también con destempladas voces que se arrodillara. El extranjero se resistió de dignidad y contestó al energúmeno, que no era sordo y que hiciera el favor de hablar con comedimiento, como se habla a personas decentes, "para mi, añadió, éste no es un acto desconocido y ajeno, esa es mi religión, yo soy católico y por consiguiente sé como se debe proceder en este caso, creo además conocer las leyes españolas y me parece que se está usted extralimitando". etc. Quizás la entereza del individuo en cuestión fue causa de que sobre el terreno, no pasase la cosa más allá por el momento; pero el fanático no se dio por convencido y denunció el hecho al juez municipal revistiéndolo sabe Dios de que caracteres, pues el extranjero fue empapelado y ya sabemos lo que es caer entre las manos de estas autoridades."

En la imagen se puede ver la bodega de Lazo. La mayoría de las bodegas se instalaron cerca de las líneas férreas ya que el ferrocarril sería un medio de transporte para la exportación de los distintos licores. 
Foto recogida del libro "Vivencias" cuyo autor es Juan Blandón Bueno 

A pesar de este caso, no hay más referencias de conflictos en la prensa de la época. Sin embargo, algunos de ellos no fueron aceptados por parte de la población sufriendo animadversión e incluso llegando a situaciones de destrozos en lagares y materiales de bodegueros franceses. Pero hay que resaltar, que la mayoría de las personas venidas de Francia no tuvieron ningún tipo de problemas en ser bien recibidas e integrarse dentro de la sociedad española de finales del siglo decimonónico y principios del veinte. En su mayor parte se casaron con españolas y tuvieron descendencia residiendo definitivamente en España. A pesar de esto, nunca se olvidaron de su país de origen que cada vez que podían iban de visita para comprobar como evolucionaba sus negocios relacionados con el vino en su Francia natal.


La información de la prensa puede verse en la web del Ayuntamiento de Huelva en su sección de hemeroteca, en el Fondo Diego Díaz Hierro. 

No hay comentarios: